Quizás, no te he buscado, pero dios esta de testigo, que te esperare.
Me alienta creer que mientras mas te espero, mejor será tu llegada.
Si supieras todo lo bello que hay dentro de mí, para tí...
Desde el minuto que en mis brazos estés, no querré separarme de tí.
Hoy, amor de mi vida, te escriba esta carta.
Que bañada en una prosa, resurge desde lo más profundo de mi corazón.
Quizás, la vida mañana te traiga a mi puerta o quizás no.
De testigo están las estrellas a las que veo cada noche, imaginando que con ellas, llegara tu querer.
Pero te sigo esperando, pensando, soñando.
Por que la esperanza, en mi no muere, que algún día, mi alma reconocerá a tu alma y se fundirán en un solo querer.
El día que por fin, amor de mi vida, en mis brazos tú estés.
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AUTORA: ORIANA RAVELO.