lemos maximiliano

Otra historia que no es de amor

 

La mañana es calma y no brilla, ausente la luz, pícara.
La vereda, sucia, se pierde en la calle ruidosa de asfalto,
y la recorro de memoria buscándote al final del camino.


 

Las mismas casas, los mismos árboles, la misma tierra,
aunque tienen otro color, lo desconozco.
Casi ayer el momento que eran nuestro contexto,
nuestros adornos al amor que brotaba de nuestros ojos.

 


Y en esa esquina tan peculiar, que nos contemplaba amanecidos,
justa y dolorosamente, allí me esperabas, casi sin ganas.
El frió de tu cachete toco el mio (beso mentiroso) y llego a mi corazón
que lloraba por la crueldad del tuyo, en ese momento indiferente.

 


Me miraste esquivamente y solo dijiste:
- ¿Porque tienes dos sombras? 
- La de la izquierda es mi sombra, la de la derecha, es la soledad que dejaste al marchar, vengo a devolvertela. - Le respondí. Gire media vuelta, y me perdí en el otoño nuevamente. 

 

 

 

Lemos Maximiliano Daniel.
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