Su telaraña tejía
una araña vanidosa
con puntada cuidadosa
en la horqueta la extendía;
teje y teje todo el día
hila sueños en su mente,
teje casa como un puente
con tramado sin igual
le da forma hexagonal
para hacerla resistente.
Una mantis religiosa
en instante de aflicción
elevando su oración
clama al cielo temerosa;
se halla mantis muy nerviosa
escondida tras matón,
de lorito rebuscón
que hurgando está entre las rosas
junta el ave algunas cosas
para darse un atracón.
Doña Mosca está afanada
con esponja y detergente
con empeño diligente
quiere quedar bien bañada
y aunque el agua está algo helada
saca su labor completa,
porque la mosca coqueta
va de compras al mercado
piensa conseguir pescado
para hacerlo en vinagreta.
Al pie de la callejuela
la señora Mariquita
levantando su patita
se despide de la abuela;
lleva niños a la escuela
los pequeños revoltosos
toman libros perezosos,
ya su madre retrasada
los regaña acongojada
entre gritos angustiosos.
Mariposa la maestra
va volando a la cocina
toma dulce golosina
y la cuelga pata diestra;
carga a diario ración extra
porque nunca falta alguno,
que no tome el desayuno
y en la clase se lamente
hasta quedar transparente
en momento inoportuno.
Suena el mosco su sirena
en llamado apresurado
corre grillo retrasado
con premura que da pena;
al final en puerta frena
su carrera aquel grillito
y con espanto inaudito
estalla en risa nerviosa,
seria mira mariposa
al condenado mosquito.
Aserrando tronco viejo
han iniciado trabajos
robustos escarabajos
de puntiagudo entrecejo;
un comején que perplejo
supervisa en su escotilla,
llama enseguida a cuadrilla
para darle indicación
de cortar con precaución
una peligrosa astilla.
El jardín resplandecía
como todas las mañanas
efervescente de ganas
en mil trabajos hervía;
su gentil algarabía
matizada de colores
transpira en dulces olores
su exuberante hermosura,
humedeciendo en frescura
las corolas de las flores.
Todos despiertan contentos
de su vergél orgullosos
inician día dichosos
a sus trabajos atentos;
cada quién con sus talentos
y según sus acomodos
aporta según sus modos
fraternidad que rebasa,
si teniendo edén por casa
sabe Dios cuidar de todos.