Espero por ti como las hojas al viento.
Con esta incertidumbre de cada paso,
Con la esperanza de cada amanecer.
Te siento en el calor del sol,
Así de cerca…pero a la vez tan lejos.
Imagino tu presencia robándome besos
que se van al aire, que muerden el frío.
Al doblar las calles quizá caminas a mi lado.
Quizá has estado al otro lado de la acera.
Somos corazones ciegos, corazones sordos
que deambulan por las ciudades anegadas de gente.
Nadie voltea a ver el corazón que se desangra,
nadie percibe al corazón que espera.
Qué triste es encontrarte a solas entre tantos solitarios.
Entre tantos que también esperan, con caminos que no encuentran.
Pero de todas formas yo espero a ese solitario que me busca,
Porque la prisa en estos casos nunca es buena.
Habrá otro que también me espera
y que me escribe cada noche en las estrellas.