Mirando el mar profundo
su playa besada por el sol,
mi pensamiento vuela a otro tiempo
donde mi niña
inquieta me sonríe.
El amor de niña
crecía puro y sincero
como fruta, un día
llego a su madures
y en un hermoso idilio
de pasión y alegría
en un cerrar de ojos
en mujer se convirtió.
Te amo mi niña mujer.