Se cerraran mis ojos una mañana
la muerte cubrirá de sombra al día
disputaran mi cuerpo en caravana
mas no podrán robarte el alma mía
Que faltó el juramento ante los hombres
Que tampoco hubo testigos aquel día
Que sin firma en el papel sin nombres
No pueden comprobar que mi alma ardía
Tendrás que gritarles cuanto yo te amaba
como en las tardes largas me dormía
¡tus brazos a mis huesos eran almohada!
¡Oh tenerlos para siempre en la losa fria!
Mi cuerpo hasta la tierra de donde vino
Mis memorias entregadas a tu cuidado
Mi espíritu transmutado a lo divino
Y aun en ceniza y polvo enamorado
Mi amor acostumbro nadar contra corriente
Avanzando tantos años en aguas frías
Por tu mirada surcando ríos y pendientes
¿podrán encadenar por siempre el alma mía?