l homme en fevrier

Suspiro

Pagando deudas a diario, el ser humano es inevitablemente el organismo más pobre, es así que la mera idea de un robo es inconscientemente razón suficiente para que todo termine bruscamente.

Antonio, ladrón, anfitrión de la educación, Católico, Matemático, amante de la gastronomía, víctima del Insomnio, y violinista. En opiniones tradicionales y en lengua franca es dudoso si el zurdo era atractivo.

Largo, flaco, y facciones que indicaban antepasados árabes, cabello grueso, piel cicatrizada por juegos inocentes, muescas un regalo de agradecimiento después de un concierto orquestal, y miope sin preocupación ya que los números pueden ser dictados.

La ironía lo seguía, era inevitablemente parte de su carisma. Jamás encontró gusto en expresarse con palabras, aunque dominaba tres idiomas, dos de ellos categorizados debajo de románticos. Dueño de mi corazón e infaliblemente el primer hombre que causo dudas en lo más profundo de mi ser, si mis juegos de escondidas y guerras de amor invalidas fueron solo protección a un corazón demasiado frágil e indigno de amor tan puro.