De esa roca tan áspera
que crece en la ciudad
surge eso tan sutil a los ojos
que pocos saben valorar.
Tan perfecto ver tabique crecer junto a las plantas
equilibrio tan extraño
ver cemento junto a un árbol
las rejas como cárcel se extienden
pero sobre ellas la enredadera crece.
Vecindad donde el niño juega
y aun tiene eso para eso para respirar y colgarse.
Y en esa urbe, donde crece protesta
Las hojas con forma de pintura a los muros se pegan
gritando libertad…
Autos como moscas, en todos lados,
cubren la belleza del concreto,
que solo grita progreso, pero no claman por la vida.
Y más sin ello,
existe algo bello en el ladrillo…