Con un beso callado, despacito, así llego.
Con mi sonrisa en su bolsillo.
A mi lado se quedo.
Ahora la observo mirándome.
Detallando cada uno de mis pasos.
Es mi compañía, en las noches, en los días, y las madrugadas también.
Solo quisiera volver a mi vida, a esa donde no estabas tú.
¡SOLEDAD! llegaste un día, hace años ya, para inquietarme la vida.
Para acortar mis días, para sembrar tristezas, y agudizar mi agonía.
Solo rezo por que algún día te vayas.
Y no vuelvas más.
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AUTORA: ORIANA RAVELO.