Un día me pregunte, qué es lo que me depara el destino?
Una hermosa chica me respondio; no te depara nada, el destino no elige tu camino, lo eliges tú con ayuda de Dios.
Con el paso de tiempo, los jóvenes llegaron a enamorarse, hasta que uno desistio, fue la chica. Creyó que esto ya había llegado a su fin y que Dios se había equivocado.
Pero el chico se pone a pensar, si yo decidi estar con ella y ella decidio estar él, porque fue algo equivocado si cada cosa que pasa en la vida es porque Dios lo atrabeso para ti,