DE CARNE Y HUESO
Los poetas somos seres de carne y hueso,
Aunque pensándolo bien, mas de hueso que carne,
Pues no se hace fortuna escribiendo versos
Por ello la gastritis siempre esta que arde.
Somos gente que vive pensando en eso,
En eso en que no piensa mi buen vecino,
Eso que se comprende cuando hay buen seso,
Eso que solo entiende un cerebro fino.
No es petulancia, es cierto, si eres poeta,
Poco a poco te vuelves anacoreta
Contemplativo, absorto, meditabundo,
Y aunque nunca tengamos visión completa
De las leyes que rigen este planeta
Por lo menos sabemos que es bello el mundo