Cuantas veces, hemos cruzados miradas deseándonos en silencio, mordiéndonos los labios para que por debilidad de la carne no flaquear en el intento de dar esa primera caricia prohibida por esas manos que siempre deben mantenerse quietas detrás de la espalda, sujetando ese pasado querido que desea ser una vez más presente, cuando de miradas se trata, una cosa dicta la mente por lo que siente un corazón enfrenado, reflejado por el alma en los ojos dentro de los espacios perdidos en tiempos de amar.
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Fénix en llamas
22/02/2013 07:00 PM.