Te seré sincero…
… un día te vi, parada ahí
y me tartamudeo la voz, me temblaron las piernas
no podía creer que de verdad te veía,
luego un día, por ahí, me besaste…
y yo temblaba…
y hoy cada que te veo tiemblo
con esos nervios tiernos…
que solo se ven antes de novios,
pero ¿qué puedo decirte sobre esos nervios? ….
Es que me gustas tanto… como la vez, que un día te vi… para ahí.