Ante su pluma y su lienzo, êl no se cohibió
a su amor de hace tiempo una carta le escribió
y en cada letra plasmada el corazón le envió
quedando todo en ella, enviando lo que sintió:
Eres mi tesoro de incalculable valor
sueño de las olas en el mar de tu esplendor
cuánto tiempo ha dudar la fuerza de tu calor
dime cuánto tiempo se hará esperar al amor.
Te diré por tanto cuánto te añoro,
que ya no duermo, sueño por las noches,
pero al despertar mi soledad lloro
ahogándome en penas y reproches.
Recuérdas acaso la noche aquella
que charlamos hasta el amanecer
recuérdas que te dije niña bella
amor junto a ti quiero envejecer.
En nuestro hogar cultivar el amor
como el jardinero cuida la flor
mientras se deja embriagar de su olor.
Y nuestro lecho sea fiel testigo,
que mutuamente nos damos abrigo,
para siempre mi amor estar contigo.
Que siempre me miren tus ojos fijos,
quiero que seas madre de mis hijos
tu y yo soñamos esto, ven hagámoslo,
detendremos el tiempo, ven, cumplámoslo.