Yo que pensé que el amor no existía,
Que de mí ya se había olvidado,
Que la ira que llevo en mi alma,
Nunca iba a sanar,
Que las cosas que voy siento por ti,
nunca jamás las sentiría,
Que era un sueño encontrarme por fin con alguien así.
Dentro de mis creencias; el amor era un mito,
Un tesoro perdido en el mar,
Un sentimiento en extinción e ilógico,
Pero llegaste tu para quedarte, así me decís,
Ahora que te tengo a mi lado,
Ya lo ves, no es un sueño; te encontré,
Y eso nadie en el mundo lo cambiara.
Hoy por ti, por tu forma de mirar,
Tu forma de querer,
Tu manera de sentir y dejarte amar,
Me hacéis feliz,
Pronunciaste mi nombre; Yo,
Supe ahí que por fin comenzaría un sentimiento sin terminó,
Dándole comienzo a mi sed de conquistarte y de tenerte a mi lado.
Nada importa más que tu amor,
Yo solo sé que tus sentimientos,
afectan mi cuerpo,
Que cuando ríes parezco volar,
Por esa magia que sale de su interior,
Porque después de la tormenta puedo Yo cambiar,
Ser así yo, de nuevo yo, pero así con vos mi amor.
Ahora me doy cuenta,
Cuando el amor está para uno no tarda en llegar,
Se convierten dos en uno; con un unísono sentimiento,
Un tesoro de ilusión y alegría,
un suave, cálido azul de primavera,
Un mundo nuevo para dos enamorados,
Porque si crees en mi amor, eres mi religión, yo seré su Santo.