Conocí a H.Mudock en una fiesta silenciosa
A la que había que acudir sin pretender hablar
Si no hay nada que decir no sucede la pretenciosa
Forma de abusar del lenguaje solo para hacerse notar.
Nos comunicábamos por señales y cosa bastante curiosa
Se escuchaban muchas risas autorizadas para explayar
El era el más jocoso por su mímica indecorosa
Con unos chistes picantes imposibles de volver a contar.
En medio de la francachela un champagne de marca onerosa
Nos puso más chispeantes y con más ganas de participar
Pero esta limitación dejó a muchos sin la luctuosa
Dinámica de hacerse ver por falta de espontaneidad.
¿Como supe su nombre y su oficio de mariposa?
En una tarjeta suya que llevaba en su caftán
Cuando ella entró al baño a perfumarse la rosa
No pude menos que hurgale su ropa por curiosidad.
Nada nos dijimos después de la vaporosa
Escena en que los gemidos hicieron su acto estelar
Nos despedimos sin hablar al partir por la calle sinuosa
Y no pude saber porque ella era el para los demás.