Murialdo Chicaiza

SINFONIA EN CUATRO TIEMPOS

El bosque esta enredado

en lo verde de mi soledad

busco un ser

que me añada un don:

El don de amar.

 

La paz es tácita y es todo,

quisiera estar por mil siglos aquí.

Hay pájaros de cristal y un sol

Hay flores que se parecen a ti.

 

 

Tú, mi compañera y mi hermana eres,

corramos, la pureza nos llama,

nuestro amor allá, no era humano.

¿Dónde están tus ojos de tristeza dormida?

 

Extraño tus manos, tus labios silvestres;

no estás en el cielo, nuestro refugio.

Extraño los sonidos de tu sabiduría

tus juegos de niña pequeña.

 

¿Por qué dices que no nos unirá el austro?

¿ Aquel mundo noble se desvanecerá?

Daré la espalda a la vida, lloraré,

y un final “claro de Luna” oiré en tinieblas.