Luis Elissamburu

Balas de salva.

En la kermesse del pueblo

las "Monjas de la Caridad"

armaron un tiro al blanco.

Dos carabinas del veintidós,

cincuenta metros, la distancia,

y cien pesos por romper un frasco.

 

Con gran ilusión,

al intento se sumáron

hombres, mujeres y niños.

Aumentaba el entusiasmo,

al ritmo de la caja,

a razón, de un peso el tiro.

 

Para el domingo a la tarde,

las Hermanas recaudáron

más de lo que hacía falta.

Reuniéron a todos,

para decírles, conténtas:

-A partir de ahora no usámos salvas.