Que pidieron no ahogarse,
que bajo los helados aires
descendieron sutilmente
de un seco árbol otoñal.
Lagrimas secas,
que lloraron sus recuerdos
al ver sus dos lunas negras
caer bajo un grisáceo cielo.
Secas, secas como copos de nieve,
secas como el alma misma,
que ya no la siente...cerca.
Algunas más que otras...
secas como el recuerdo de la lluvia,
como un segundo nacido y muerto
en su propio nombre.
Secas como la briza marina,
y el amar...
si...secas lagrimas como arena,
como la fría acera y su pálida cera.
Pobres, en verdad secas,
tanto como el tibio cobijo,
como la transparente piel,
piel a jazmín y cerezo.
Hoy caen lágrimas secas,
que se ahogan en una sonrisa.
C.A.R
Notas del Reencuentro