mil cuchillos acechan mi frágil pecho
el temor tormentoso se mantiene al acecho
suficiente para romperme es una noticia
un acontecer que se dice sin malicia
mi estabilidad prende de alfileres
la armonía se rompe en amaneceres
colapsa mi cuerpo en el desenfreno
se doblan mis manos con cualquier estruendo
mil puñales hieren mis cicatrices
mil cuchillos me rompen sin piedad
revolotean en mi vientre lombrices
quizá domine al miedo con la edad
emanan sudor y dolor las heridas
mis piernas y mis manos parecen partidas
me levantare de nuevo y sera otro día
lleno de esperanzas, fe y alegria