Siento un tenue llanto cuajándose al viento.
Una fiera brisa cierra mis ojos marchitos
y te siento ajena al despertar del sueño
que alarga mi pena al no estar contigo.
Un llanto indeleble en la sombra del tiempo
se oculta callado detrás del hastío.
Las flores del alma se secan...y siento
que ya en la distancia me encuentro perdido.
Te pienso callada mirando una estrella
bañarse en el agua de tu amor más tibio.
De ignorar la pena que nace en tu pecho
al saberte amada y no estar conmigo.
Flor de amor...desgarra allí en tu seno la furia de amarme
Siente en ti la flama de este amor prendido.
Y ahí en la distancia aviva esta llama
que estoy tan cansado muriendo de frío.
Mírate en la luna...bésala en el alba
y envíame un beso con luz de este idilio.
Yo estaré mirando esa luz y al mirarla
veré el suspirar de tu pecho hacia el mío.
No importa distancia...no puedo olvidarte.
En mi mente fluyes como viento al río.
La herida que tengo solo es para amarte
aunque el tiempo hiera tu corazón y el mío.
(Leonardo Henrricy Santiago)