Había prometido nunca volver a insistir
pero ayer ya no pude ni fingir,
la eterna añoranza invade todo mi ser
por el hecho de que ya no te puedo ver.
Asfixian los momentos pasados a tu lado
intantes de mágico adormecimiento,
que no pueden ser desterrados
ni eliminados de mi o de lo que siento.
Por eso casi en contra de mi voluntad, ayer
volví a hablarte, y hoy
vuelvo a hablar de tí...
aunque va en contra de lo que fui y de lo que soy.
Pensamientos fríos y crueles pasan por mi mente
culpabilidades sin retorno posibles
no me puedo encontrar en medio de tanta gente,
y no encuentro ninguna esperanza visible
Dices que es mejor amar y perder
que no haber amado nunca,
no te creo por que pienso
que es mejor haber sido feliz siempre
a vivir agonizando eternamente.