Pedro le dijo: «Señor, ¿cuántas veces tendré que perdonar a mi hermano las ofensas que me haga? ¿Hasta siete veces?»
Jesús le respondió: «No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.
(Evangelio según san Mateo 18, 21-35)
Setenta balcones hay en esta casa,
setenta balcones y ninguna flor.
¿A sus habitantes, Señor, qué les pasa?
¿Odian el perfume, odian el color?
(Setenta balcones y ninguna flor, Baldomero F. Moreno).
El trazo de su pluma,
infinita magia desparrama,
no haber nacido en el 1900,
para haber saltado a la fama...
Lo admiro,
como a mi viejo,
lo escucho, lo leo,
y más sabio me siento.
Un señor,
de los de antes,
sin lugar para el golpe bajo,
ni la verba humillante...
La vida me enseñó a tomar,
de cada persona lo mejor,
intento emular sus virtudes,
ser sensible y humilde,
y a la amistad rendirle honor...