Después de haber surcado
mi vida con tus dedos
palpando con tus yemas
el centro de mi amor,
después de haber arado
en mi todos los miedos
triturando dilemas
de mi mundo interior.
Sembraste mis baldíos
con sueños de esperanza
plantando con simiente
de estirpe superior,
osado en desafíos
nacientes de bonanza
irrigan contingente
del manantial mayor…
Así llegado un día
de cosecha abundante
los frutos generosos
dieron dulce sabor,
la vida en su alegría
vibraba alucinante
reíamos dichosos
en la feliz labor.
Después de haber tatuado
mi esencia con tus besos
pintando con colores
un nuevo provenir,
un cielo alborozado
mil dulces embelesos
ardientes en fervores
de suave ir y venir.
Si luego que la Luna
nos viese tan dichosos
su manto majestuoso
el gozo resguardó,
tenerte fue fortuna
de tiempos generosos
instante venturoso
que siempre se aguardó.
El amor anhelado
la frase cariñosa
mirada encantadora
sonrisa de ilusión,
forjaste tú a mi lado
vida maravillosa
tu mano emprendedora
trazó bella visión.
Ahora tú me dices
que con eso no basta
que todos tus anhelos
debieron de partir,
que no siendo felices
tu vida se desgasta
y ausente de consuelo
se extiende ese sentir.
Que ya no quedan ganas
para blanquear sonrisas
que no hay amaneceres
en esta oscuridad,
que las fuerzas son vanas
y las caricias lisas
y ausente de placeres
resientes soledad.
Que siendo noche o día
no encuentras diferencia
que los besos huyeron
para no regresar,
que no existe alegría
que calme la consciencia
que amores ya murieron
en terrible pesar.
Qué puedo yo decirte
para aliviar tu pena
si mi alma se lamenta
con tu triste sentir,
no quiero confundirte
atándote a condena
si en tu existir aumenta
con ansia el desistir.
Si te amo con la fuerza
del sentimiento bueno
entiendo que no todo
será felicidad,
y aunque el dolor retuerza
mi corazón en pleno
amándote a mi modo
noto desigualdad.
Decirte que te quiero
quizás no es suficiente
no quiero que mi boca
acune enemistad,
por eso es que prefiero
permanecer valiente
y aunque sufra cual loca
dejarte en libertad.