Ahora que ya no estas
Hoy estoy en mi cuarto recordándote,
al resplandor de una tímida luz de lámpara.
Sentado en mi cama, me acompaña
una guitarra, una biblia, un par de hojas poéticas,
un cuaderno y un lápiz.
Hombre si supieras cuantas cosas han pasado,
todo es diferente hoy.
Recordaras hermano las charlas que teníamos.
Bueno hablaba yo; mas tú escuchabas pacientemente
mis interminables ires y devenires.
Por eso hoy que pasa tanto por mi mente
te recuerdo mi gran hermano y confidente.
Quisiera contarte, hablarte; oírte reír,
cantar y minimizar mis preocupaciones y pesares
con tu gesto de ¡ah! mi hermano y cálida sonrisa.
Hoy tome mi guitarra cante una o dos canciones.
Sabes que me gusta cantar, pero mi música
ya no tiene el mismo sabor, le hace falta la armonía
y la alegría que producía tu voz. A todos nos gustaría
que estés aquí, pero me quedo claro que te fuiste para no regresar.
Recuerdas hermano cuando entre colegialas,
nuestras voces y mi guitarra arrancábamos suspiros.
Aun no se me olvida la vez cuando cantaste
mi canción preferida ante un gran auditorio,
apenas y empezabas a cantar cuando todo el público se puso de pie,
y comenzaron a ovacionarte. Fue algo fabuloso.
Que decirte tu partida nos afecto mucho,
pues te fuiste de pronto sin siquiera avisar
(eso no se hace). Pero ya no te reprocho nada,
me alegra que estés bien.
Seguro has conocido gente nueva,
sigues cantando y disfrutando
y alegrando a los que te rodean.
¿Que tal las cosas por haya?
Me han contado que es un hermoso lugar.
¿Aprendiste a tocar algún instrumento?
No entiendo porque nunca lo hiciste,
si te gusta tanto la música. Pero bueno
ahora tienes mucho tiempo y nuevas cosas para aprender.
No se me olvidaran jamás las canciones que cantabas,
tu pulcredad, sinceridad, diligencia y disciplina.
No se porque nunca pude ser como tu.
Ah se me olvidaba comentarte la chica que te gustaba
esta mas linda que nunca.
También sintió mucho que hayas partido.
Aun conserva una fotografía tuya.
Todos conservamos algún retrato tuyo,
así que la imagen que tenemos de ti
es la de nuestros recuerdos y fotos. Pero me temo,
que nosotros ya no somos los mismos desde que te fuiste.
Han pasado algunos años y todos hemos cambiado,
lógicamente tú también.
Mi madre tiene ya un par de canas,
siempre se acuerda de su consentido.
Tu recuerdo se le refleja con una dulce sonrisa
y lagrimas que ruedan por sus mejillas.
Nuestro hermano y yo, hemos aumento de peso.
El bigote y la barba han espesado un poco,
y nos hemos vuelto un poco más serios.
Por cierto todavía seguimos solteros.
Pero no te preocupes, es porque no hemos querido
apresurar el paso.
Ya encontraremos alguna linda joven,
de nobles sentimientos, y que sepa cocinar.
Aunque también se que no vendrás a nuestras bodas.
Y probablemente no conozcas a tus sobrinos.
Pero nosotros les hablaremos siempre de ti.
Es una pena que no estés y que nunca me haya despedido de ti,
pues todo fue como una gran tragedia repentina.
No quería creer que habías partido,
cuando veía tu cuerpo inerte y sin aliento,
y oír de enfermeras y médicos:
'ya no hay nada que hacer, el ya se ha ido'
le pedí a dios que te hiciera volver a la vida
como lo hizo con su amigo Lázaro, pero el no quiso.
Tampoco seria justo para ti,
que después de ir al paraíso regresaras.
En cierto modo me alegra.
Porque hoy se que la tragedia no es tragedia,
porque se que vistes lo que vio esteban el mártir,
el cielo abierto y a Cristo a la diestra de dios.
Ahora que ya no estas hermano, te extraño y te recuerdo,
escribo esto parata,
o tal vez para mí. Porque tú no lo puedes leer.
Hoy y solo hoy puedo decirte hasta pronto, te quiero hermano, te quiero.
Te veré a tu regreso con cristo.
Oscar Zalavarria
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