Hubo una historia muy lejana, diría casi perdida,
en la que por cada hoja escrita había otra blanca
pero la escrita anunciaba algo naciente con vida
mientras la blanca se fue llenando por tu palma.
No es contrariedad que sea esta historia descripta,
lo que vincule el caminar de quien no es escritor;
igual lleva su intención hacerlo de forma sentida
sabiendo que del otro lado hay alguien con valor.
Si esta mano ya te hubiera tocado en tu expresión
varios serían los perdidos, sumando mis sentidos,
pero solo ha sido posible sin roce aunque pasión
habiendo definir semejante corazón en lo escrito.
Llevas mucho en la vida y llevas mucho en subida;
igualmente atrevo decir a pesar de no ser el debido
que la poesía te hizo nacer cuando bebiste su tinta
y después del esfuerzo, ella vió a su retoño crecido.
Tanto, pero no vas a llegar darte cuenta del mundo
al levantarlo con tu devoción en lo que soy gestaste,
sirviendo lo poco de mi hecho pero que será seguro
para rendirte con vida por el cielo que me armaste.
No se si vas a estar con los ojos tocados por esto,
o se parará solo segundos de vicio tu respiración;
sea lo que sea al leerlo que vivas en alma y cuerpo,
nunca olvides que un hombre soñará con tu amor.