Júrame que tus ojos, no miraran otro cielo/
que tus manos, no acariciaran otro cuerpo/
que tu boca, no besara otros labios y no
gritara/ te amo a alguien más que no sea yo.
Nuestro juramento amarnos siempre,
hasta la eternidad/ donde viviremos
infinitamente enamorados, sin silencios/
acompañados por una sinfonía angelical.
Recordando el amor que nos tenemos,
que inunda; como el agua a los mares,
como nubes al cielo, como hojas los arboles/
como minutos al tiempo -como aire los pulmones-.
Juramento que nos mantendrá unidos,
seremos vino y pan en cada día venidero/
será nuestro amor izada bandera en la cumbre
de la vida; vida que nunca acabara en nosotros.
Júrame amor mío; que seremos estrellas en el
firmamento, ángeles en el paraíso eterno/
rosas rojas bañadas con la lluvia de nuestras
venas, rosas blancas que guarden las penas…
Que se disipan con el silencio de alegres
lagrimas, que bailan en la comisura de
tu dulce boca, cual miel que inunda la cálida
mirada… de tus ojos color de noche.