De aquel idílico altar que un día te ofrecieron
te traeré al jardín de esta, mi tierra amada
para dejar constancia en los que no creyeron
que tu podías ser libre aun estando atada
Te mostraré que en noches nubladas hay lunas
que en días de lluvia se puede ver el sol
que no nos hace falta una playa con dunas
para mirar las olas romper el crisol
Sabrás que en mi suelo se cultivan las rosas
y no me alcanza el daño del que tiene poder
Mis mañanas rurales serán más hermosas
que las noches tristes que te ha dado el tener
Sentirás la dicha de amar al caminar
sin mayor ruido que los de mi propio paso
toma mi mano por senderos de azahar
donde se pone el sol al final del ocaso
Entenderás entonces que ha llegado el día
tu corazón cansado no querrá latir
mi amor a raudales a tu vida añadía
mañanas, rosas, jardines para vivir