El mar, está sereno en este día;
las olas, sólo marcan la bajante.
Las bandadas se marchan, vuelo errante,
por la línea sin fin de lejanía.
Y este modo de andar, que ya es porfía,
aprisionando en letras un instante,
un haz de luz, algún color brillante,
la sensación fugaz de una agonía...
El imponente marco, desafía
esta avidez de letras, inquietante.
El murmullo sutil pero incesante
de la desierta playa es armonía
de esmeralda y turquesas. ¡Tan radiante!
Que atraparlo en mi letra no podría.
© Edgardo Donato Díaz - \"Firma de Poetas\" - Editorial Dunken - 2011