Esperpento

Eso pido

Un amor exquisito que acabare en cada beso,

que rindiere pleitesía a tu pecho triste;

que ahora mime, mire, juegue y conquiste,

y que cale, como tú, en cada hueso.

 

Un amor infinito que fuere de los de escuela,

que pidiere lleno de júbilo y alegría;

que ahora llore, cante, corra y sonría,

y, sobre todo, un amor que no duela.