Yacía a pie del mar,
el viento provocaba fuertes
movimientos y el ruido que producía
ocultaba los jadeos
…se embocaba el río en el mar.
El ir y venir de las olas
…la intimidad de su libertad
sin censura se entregaban,
como nunca bebiendo por primera vez
a sorbos y bocanadas.
Sin figura ni paisaje,
la esencia en el aire
en silencio
con la certeza de vivir aquel momento
La brisa,
… lágrimas discretas de ese
Instante sin tiempo
labios mordidos para evitar el grito,
llevando calladamente el ritmo del goce
besos y caricias en montes y llanuras
y las manos destinadas
ardiendo sin censura
¡Bendita sea la vida!
voló entre suspiros
en latidos desahogados
bebiendo y probando de esa agua
llegando el mar a su cauce
y viviendo de esos instantes sin tiempo.