Se abrió el dique de tu mirada
y dejaste volar tus ávidos pájaros
a mi nido distraído y solitario.
Fue quizás el avaro tiempo
quien me enamoró de ti
o tal vez este encuentro engañado,
disipado y casual
se repitió antes,
mucho antes…
no lo sé.
No lo quiero saber.
Copyright©Silencio de Amor
Todos los Derechos Reservados