Olguita querida de mi alma
senderos sinuosos cruzaste
¡oh! mami, mi dama adorada
metas siempre avante lograste.
Orgullosa de sangre y cultura
en tu seno el amor derramaba
reflejando infinita finura
en eterno esplendor de esperanza.
En tu vientre florecieron siete
con tu tierno candor y cuidado
de aromáticas rosas candentes
sus pétalos en amor germinaron.
Tantos libros, letras y líneas
en neuronas de cánticos saltos
exploraron las más altas viñas
en medalla de sabio dorado.
Y en mano tendida a la vida
al retoño, al amigo auxiliando
compartiendo legados sin brida
¡tu virtud vivirá por los años!
Mami amada... en paz descansa...