A mi existencia se le apareció la tarde
arrebol y sombra de los recuerdos idos
Apagando en todo recuerdo el fuego que arde
Negando a la triste noche de los olvidos
Lejanos quedaron los días en que amaba
Con ese ardor del corazón inquebrantable
La canción que entonces alegre te entonaba
Hoy no es más que una triste nota memorable
¡Oh si volvieran a mi alma tantos senderos!
Por donde pasamos prometiéndonos vidas
No juraría nunca más por los luceros
En bajarte las estrellas más escondidas
Hoy no tengo nada, todo se fue contigo
Te llevaste el silencio y la viva esperanza
para volver al mediodía de tu abrigo
hoy no me alcanza ni la fe ni la confianza