La vida que se asoma,
pinceladas de un amor hecho cuerpo,
latidos que apenas comienzan a susurrar,
trinan las estrellas en el concierto de la natura,
sublime el canto de las mariposas en las huellas,
eterno peregrino de los colores del cielo,
el sol borda cada respiro en el universo,
el mar acaricia las orillas de los sentimientos,
el alma vuela en pos de los sueños.
La vida innecesaria,
una plegaria olvidada bajo la gratitud,
un destello adormecido en la humanidad,
una mesa repleta de alimentos, una solo el vacío,
una madre que llora por no tener que dar,
un hermano que deja solo sabor de ausencias,
una tristeza bañada en los letargos de la tierra,
un señor que cosecha solo ganancias y haberes de sangre,
un político que solo ve la oportunidad de la riqueza,
el poder que aprieta sin razones aparentes,
las guerras sin sentido alguno y cuanto dolor deja,
los fusiles que cercenan las sonrisas,
el negocio fructífero en la fe del hombre,
la tierra preñada de dolores y de hijos que no están,
las mezquindad acechando cada esquina,
miles de ciudades de humanos que no son,
se desborda la vida y cobra.
La vida que puede ser,
una flor que se abre en una infinita melodía,
un niño que nos obsequia una sonrisa,
una madre que arrulla con susurros de amor,
un sueño eterno de amor y hermandad,
la búsqueda incesante de la armonía,
la justicia, bandera infinita de lo humano,
la trova eterna de un poeta cantándole a la vida,
el yo de tu alma puede tenerlo,
un privilegio que pocos tienen,
¿será que la vida puede?