Josefina 46

LOS NIÑOS DEL TERCER MUNDO

 Son vuestros ojos apagados,

de mirada ausente,

tristes y profundos,

con lágrimas amargas.

 

Son vuestros cuerpos

enfermos y desnudos

para cualquier ser humano

la más cruel infamia.

 

Es vuestra hambre, la soledad,

la angustia reflejada en vuestras caras,

un grito desesperado al mundo

para poder tanta miseria erradicarla.

 

Es vuestra existencia absurda

el fruto de la nada,

de unos padres irresponsables,

de una sociedad cruel y despreocupada.

 

Corazones latiendo sin vida,

pequeñas almas desgarradas,

\"vosotros sois los niños del mundo

ignorados, desnutridos,

que al cielo claman\".

 

¡Cómo nos podemos sentir cristianos

si por no hacer no hacemos nada!

¡Cómo podemos pedirle a Dios

si no carecemos de nada!

 

¿Dónde están los derechos del niño?

¿derecho a tener una feliz infancia?

¿a un nombre, a una nacionalidad

y a no carecer de nada?

 

¡Oh, Dios mío! Perdóname

si en ocasiones dudo de tu existencia,

porque no comprendo ni admito

como permites que miles de niños mueran.

 

¡Valgan estos mis pensamientos,

mi cariño más sincero y profundo,

para todos vosotros mis niños

que sin pedirlo estáis en el mundo!

 

¡Quiero que sepáis que no estáis solos,

que yo mi vida daría con gusto,

por cobijaros en mis brazos a todos

y de alguna manera arreglar este mundo!

 

Fina

 

 

¡