Cuando vengas a mi lado niña
ven con tus ojos,
ven con tus ojos morenos
como la noche,
ven con tus ojos de lluvia
o de reproche.
Pero que sean los tuyos
y vean en mi alma,
hasta el lugar más profundo
donde te ama,
ven con tus ojos de estrella
que por su brillo
se los daré a un orfebre
para un anillo,
uno que sirva de sello
para la herida
y deseche los secretos
en nuestras vidas.
Cuando vengas a mi lado niña,
ven con el beso,
el que me guardan tus ojos
de miel y sueño.