Soy una persona
de la prosa cotidiana,
que si miras por la ventana
verás al niño que lleva
en el bolso su notebook
y...recuerdos de tu infancia
se agolpan en la memoria.
Jugar a la pelota
hecha de media y trapo
o romper los pantalones
por incarte a las bolitas,
eras para tu abuelita
el niño de su trabajo.
Arreglar la camisa
a la que le hiciste un tajo.
Y la hermana chiquita
con una muñeca de trapo,
unas tazas de baquelita
y el luche tirado en el suelo.
Son precioso los recuerdos
de esa vida sencilla,
donde tu cuerpo hacía
de los juguetes la vida.
Ahora se conectan
en un enchufe rosado,
con los pies descansados
solo tres pasos diste
y al instante el mundo
en el aparato viste.