Hay veces en que
un amor se vuelve roto
y en la soledad
no encuentra el desahogo.
Hay veces en que,
el ahora desamor,
encuentra consuelo
recostado sobre
el hombro del tiempo.
Hay veces en que
al corazón maltrecho,
lleno de tristezas
y despecho,
le da por recordar
que tiene el derecho
de entregarse por completo
sin terminar siendo
un desecho.
Hay veces en que
la realidad se ve invadida
por el mundo de los sueños
y todo se vuelve un cuento
de princesas y castillos,
de deseos y cumplidos.
Hay veces en que
todo es tan tranquilo
que se pueden escuchar
del pecho los latidos
mientras en un beso
todo se haya perdido.
Hay veces en que
la vida es sólo eso
y pasa sin hacer ruido,
y hay otras en que
un minuto tarda horas
y no sólo segundos.
Hay veces en que
la muerte es más que palabra
y se convierte
en plazo cumplido.
Hay veces en que
las charlas se tornan largas
así que mejor yo aquí me despido...
JCEM