Murialdo Chicaiza

Efemérides Marina

 

Sin ti la mar está triste

como si te quisiese llamar ruge,

hay celo oceánico en sus olas.

 

La luz crepita y permanece

como la Luz verdadera que vino.

Hoy se ha dividido en átomos de oscuridad.

 

Repite la espuma aún tus palabras

como cuando en un hálito de esperanza

“te amo” me dijiste.

 

No sé por qué permanezco tirado

cual moribunda gaviota de arena.

Cada roca se asemeja a tu cuerpo

y cada cuerpo tiene un pedazo

de alma que no hay en tus ojos.

 

Tengo aquí un sufrir de viento y sal,

una bóveda cristalina me encierra

-la morada de los albatros-

¡Un grito se escapa y tu nombre…!

tu nombre lo mancha el olvido.

 

La luna que bebe en la mar

es una blanca pupila en la noche.

Hay astros que lloran estrellas,

yo lloro tu adiós casi eterno.