A veces el terror
me grita por las calles
y me siento indefenso ser
que habita en el universo inmenso.
y corro, por mi vida
entre calles atestadas de soledades
en oscuridad plena
con el miedo oprimiendo mi pecho
sintiendo la angustia
pisoteando mis talones.
Soy hoja al viento
que se cuela entre los dedos
del que quiere oprimirme,
no pertenezco a mi misma
pertenezco a mis sueños
esos que profetizan, futuros inciertos
quizás solo tristezas
premonitorio desierto
mezcla de dolor punzante
o de felicidad imperante.
Y voy talando y arando
mi terreno sendero
mientras mis sueños susurran
y despiertan mi calma
¡hay! esos sueños…
esos sueños que aceptar debo…
Y ¡ya!… no son… solo sueños
A veces son temores
apoderándose
hasta de mis ojos despiertos
instantes e imágenes…
que aceptar debo
¡Y te pregunto!
¿por que me distes esto?
¿es un regalo divino
o un estigma para mi cuerpo?
Aceptar debo a lo que temo…
y ver correr las noches
y entre calles atestadas de silencios
escuchar a veces
el sollozo ajeno que aprieta mi garganta
y me grita impotente
los miedos y alegrías
inciertas mañanas
de otros y también el mío…