Tan profundas,
cuando hollo la arena.
Van cambiando,
por la caricia del viento,
que desgasta y pule
sus paredes.
De vuelta a ser desierto
planicie y valle,
montículos y dunas.
Tu ola, estando en mí,
descubro que me llega,
regala su humedad,
y hasta que muero de sed,
te bebo y me derramo
entre tus brazos.
La ilusión
que mis sentidos forman,
querer dejar,
las señales de mis pasos.
cuando estos,
se van en un instante
y en nada se convierten.
De ello, se encarga
el tiempo
con su fluir continuo
en el cambio de estaciones.
¿En que muto?
Me pregunto,
en el viento y en el mar.
Así es la vida,
desde mi llegada,
voy aprendiendo a caminar.
Huellas, que pienso, son de roca.
¿Para qué?
Me vuelvo a preguntar.
Para que las vea,
para que se vean.
Y todo lo que veo,
no lo miro.
Estoy como ciego.
Solo, cuando el sol se duerme
y la mente se oscurece,
despierto a tu luz
y tu sonido,
y mis signos
se trasmutan.
Y entonces,
soy viajero,
sin el tiempo
y la distancia.
Estoy donde tu estas,
para estar con ella,
porque parte somos
de Ti,
y Tu en cada uno.
EL POETA DEL AMOR. 06-06-10.
CABO SAN LUCAS, BCS. MEXICO.