Como una luciérnaga en tu lado oscuro
la muerte con manchas rojas delirantes,
con un sabor acido, a besos podridos,
un corazón con sangre contaminada,
con un cuerpo sacudido por el olvido,
las manos con venas hinchadas que
reventaran con mordidas de enamorados desahuciados,
nadie me ha amamantado,
salimos callados como el ataúd de una casa...