Te imaginas, que maravilloso sería algún día de estos, tu corazón altivo permita que al leer esta letras enarboladas con el sentimiento mas sublime surgido de mí, logre una sonrisa de agrado y coquetería que iluminen tu recuerdo en mi memoria.
Te imaginas, lo dichoso que me harías, si fuera indispensable en tu pensamiento, formara parte de ti como algo bello y no lo insignificante y fútil que algunas veces con tu desdén me siento.
Te imaginas, que inolvidable seria una noche de verano, a una sola voz cantar nuestra balada preferida, con sorbos de vino y cerezas, mezclados con la miel de tus labios, hasta emborracharnos de dicha inigualable, vaciando al final del amanecer nuestros cuerpos entrelazados por éxtasis supremo de la pasión.
Te imaginas la alegría inmensa que inundaría mi vida, si tú aceptaras ser mi musa y pueda plasmar todos mis sentimientos hacía ti en letras doradas imborrables a pesar del paso del tiempo, que dejen huella en tu corazón, haciéndome inolvidable en tu existencia.
Te imaginas el brillo con el que iluminarías mi sendero, si un día despertara cubierto por la ternura de aquellos besos emanados de tus labios divinos y sensuales, que tanto he añorado y ahora solo sonríen traviesos en forma caprichosa.
Te imaginas el transcurrir lento y exquisito del anochecer abrazados, formado un todo, yo mirándome en el brillo de tus lindos ojos, tú queriendo alcanzar los luceros que tímidamente asoman en el firmamento, deseando que el tiempo se detenga y nos permita amarnos sin medida.
Te imaginas cuán grande es la desilusión que atormentan mis pensamientos al sentir que todos mis deseos pudieran solo volverse añoranza en el rincón de los recuerdos, porque no puedas entender esta forma muy mía de amarte y quizás no sea correspondida.