Con mis ojos cerrados te contemplo…
no hacen falta sonidos, sólo silencios,
soñarte despierta o dormida, tú en mi templo.
Te entrego mi vida y mis tormentos,
te entrego mi corazón y con él mis sentimientos…
mis ganas de andar y deseos de amar,
en ello, te dejo mi amor y mi desatada pasión…
conmigo en el silencio, contigo en la lejanía…
y sintiendo tu dulce aroma en la cercanía,
no existen medidas… de tiempo y espacio,
sólo ese momento para amarnos despacio,
porque un nosotros siempre nos espera,
porque iremos derribando las barreras;
es que es un amor hermoso que se gestó
y sin planearlo, en un hoy nos atrapó.