Hace cuanto que no poso
mi mirada en tu café...
Hace cuanto que no jugamos
a abrazarnos en silencio...
Hace cuanto que no te dedico
un vestigio de mi pluma...
¿Dias? ¿Meses? ¿Años?
¿Por qué no volvemos al tiempo,
en que nos vestíamos de blanco,
para arrastrarnos en lodo de inocencia?
¡Aun guardo nuestras prendas sucias!
Besos tazados en olvido…
Aunque yo no olvido tus besos.
¿Como estas? ¿Donde?
preguntas de un domingo acuoso…
¡Yo sigo siendo el mismo!
“madera talada sin barniz”
¿Y tus manos, siguen siendo lija fina en los litigios?
Hace cuanto que me has olvidado…