Indolente esa hoja mojada de lluvia
creyendo en sus fuerzas se siente segura
esperando la brisa que seque su cuerpo
denosta los rayos del sol que se oculta
de nubes llorosas que vagan sin tiempo.
La miro sabiendo que la brisa lenta
que seque su piel al calor de marzo
despedirá sus días de verdor profundo
templando su ego mientras rayos claros
generen sangría en su densidad profunda.
Que la lluvia siga visitando el cuerpo
de esta hoja inerte que me da la sombra
antes que la seque no solo la brisa,
y abandone triste a quien le dio la vida
para crepitar desnuda crujiendo en la brisa.