jaimen apolinar

CIFRADO

El alma se queda sin noches

tatuada por soles desnudos

acuartelados en pequeños muros

izando el pabellón del recuerdo.

 

Los mártires del tiempo

hallados en seudónimos,

emergen presurosos

como eslabones esgrimidos

en el adiós de una mirada.

 

El eco ausente de los días

elevó sus viejas anclas

para la marcha inevitable

de lo abandonado en las manos.