¿Trocaste mi primavera
con lo eterno de un minuto?
¿Me escondiste en lo absoluto?
¿Quién, tú, pensaste que yo era?
¿Me otorgaste una pradera
cerca de tu paraíso?
¿Guardaste sólo al que quiso?
¿Quién, tú, pensaste que yo era?
¿Otorgaste, si reía,
un eco santo a mi voz?
¿Me convertiste en tu Dios?
¿Soñaste una profecía?
¿Aceptaste que mi guía
juntaba todo el futuro?
¿Iluminaste lo oscuro?
¿Soñaste una profecía?
¿No sentiste envejecía
el latir de una pasión?
¿Se te acabó la razón?
¿Sólo el amor te crecía?
¿No sentiste padecía
mi corazón de dolores?
¿No viste secas mis flores?
¿Sólo el amor te crecía?
¿No escuchaste te mintiera?
¿Será que me transformaste
en todo lo que creaste?
¿Te entregaste a la quimera?
¿No advertiste que creciera
la rutina del amor?
¿No apreciaste mi dolor?
¿Te entregaste a la quimera?
¿Te entregaste a la quimera?
¿Sólo el amor te crecía?
¿Soñaste una profecía?
¿Quién, tú, pensaste que yo era?