Rosa y clavel
Tienen un sueño.
De vivir amores eternos.
Abrir los pétalos al viento
y la copa de amor se desborde
para beberse la vida a sorbos
en su paraíso de amores.
Sus ansias de amarse se enlazan
para sentir sus labios ardorosos
embriagarse de sus ganas de amor
como racimos de uva moscatel
caen sobre sus labios de fuego
y en el paraíso de amor retozan
sus gacelas en su pecho.
Sus pétalos ardientes a él se abren
quieren beber de su ambrosia
sintiendo el roce de las sábanas
que los dos sus cuerpos acarician
y el aroma de su piel se abraza
al sentimiento de amarse
Rosa y clavel están felices
de beber la sabia de su cuerpo
que con pasión emborracha los sentidos
de la flor que su amor desata
y un clavel que a su rosa abraza
-Prometiéndose amor eterno-.
en su paraiso de amores.
(En ardiente pasión ellos se aman)
Alicia Pérez Hernández
-No es la pluma la que escribe es el alma-